el tiempo pasa, este blog está dedicado a sus horas con minutos, a sus momentos con detalles, pelos y señales
miércoles, 29 de octubre de 2008
Escaleras al cielo
La casa
martes, 28 de octubre de 2008
San Judas Tadeo
lunes, 27 de octubre de 2008
Mi vida con Alejandro Aura
Preparando el altar de muertos
Con la alegría que es vivir, me comprometo con todo lo que tengo con, todo lo que soy. Y el día no deja de ser a ratos cuesta arriba, y la tengo difícil por taruga y por algunas imposiciones foráneas, pero aquí estoy, trabajo y me siento afortunada no nada más porque tengo la suerte de ganarme el pan de mis hijos haciendo lo que más me gusta, si no porque tengo mucho trabajo. Así es como hay que recordar a los muertos, haciendo lo que ellos hacían, en la necedad de continuar...
Preparo mi altar de muertos, con el único afán de reunir, el pan más sabroso de la comarca, un poco te tequila, cigarros de todas las marcas, y hasta iré por un buen puro para Aura, libros, tamales, chocolate caliente, y lo que junte en el camino y alcance mi cartera. Así es como hay que recordar, haciendo y viviendo.
jueves, 23 de octubre de 2008
Toda una vida muerta
martes, 21 de octubre de 2008
Me cae que Dios castiga, me cae que sí
Emma, que con gozar nos baste...
lunes, 20 de octubre de 2008
Avatares del patín del diablo
Hace mucho que logré tener un carro y no por méritos propios, creo que el primer auto que pude pagar con mi salario fue el que adquirí a los 17 años, de ahí pal real, todo fue cosa del que fuera mi marido, que tenía una mala puntería para los autos, de concurso. Un día, decidió deshacerse de un flamante ford para realizarlo por una doble tracción, gringa, que era como traer la maldición puesta, nos paraban los judiciales de a tiro por viaje, hasta afuera del cine, que para ver si era cierto que los papeles estaban en orden; en esa misma camionetota, chocamos con los polis panuquenses quesque iban en friega por un asalto y ¡mole!, dimos de hartos trompos y cuando al fin paró el mal pase a él lo esposaron como dos minutos en lo que mi voz retumbó por toda la ciudad y lo soltaron, yo estaba embarazada y llevaba a otros dos hijos en las piernas. De ahí le siguió un wocho de ocho colores, y una camioneta ford que por malos arreglos de su mecánico se quemó todita, y esa es otra historia; le siguió un mustang 66 de colección al que para subirle los vidrios había que pegar un cable con el otro y chiubbbbbbbb, iba para arriba, los volvías a pegar y chiubbbb, iba para abajo, "tengo un vidrio que me sube y me baja, ay, me sube y me baja". ¿En qué iba?, en eso, en lo de no tener autos por mérito propio, la historia es demasiado larga, de hecho podría dar para una novela, la novela de mis autos, y en medio, cabría de todo, maridos, pérdidas, ganancias, incendios, amantes, amigos, más vida, comidas, borracheras, hijos... aquí el punto es que gracias a este marido que un día fue mío, aprendí a convivir con autos en muy mal estado, y antes de él, me eduqué con la obsesión de Alejandro Aura por tener Mercedes Benz del año del caldo, por favor, soy una experta en descomposiciones y reliquias vehiculares.
Luego de aquél marido me fui a hacer mi vida a solas con mis tres robustos hijos, y el karma carretonero de mi ex, me perseguía con un auto al que le faltaba todo menos la personalidad, era inconfundible, original hasta la ignominia. El caso es que un día, así como un martes cualquiera, sin preámbulo, una hermana se apiadó de mí y me dio un wocho en buen estado, que vino a suplir a aquél con el que me volteé en la carretera Briones no sin antes, sacar la pierna del auto y tratar de detenerlo, logré detener el tráfico, nunca supe si por lo ilógico de la escena o por la buena pierna, en fin, al wocho nuevo le di con mambo hasta convertirlo en chatarra como todos mis autos, el karma exmarido cobró su vigencia por nunca pagar tenencias ni servicios a tiempo. Otro día, así como un miércoles de cualquier semana, otro hermano apiadose de mí y jubiló al wocho con el negrito sandía, un chevy... y yo que digo que no sé nada de autos, sé un montón, sé cuál es una pic up, un wocho, un chevy y un mustang, hasta ahí.
Bueno, todo esto comenzó porque quería contar que hace mucho que no tengo que ser transeúnte mas que por decisión, esto es, ahí está el auto, ya también con el sello del karma exmarido, pero no lo agarro así nomás para ir a donde sea, lo reservo para lo lejos (ya no tengo más hermanos con regalos posibles, ni días cualquiera, ni hay modo de jubilar al negro sandía), suelo tomar mi patín, agilizar las piernas y darle duro a las aceras, es una maravilla caminar, mucho mejor que el auto, ahí va uno encerrado y las aventuras que se viven trepada sobre zapatos de hule son muy amargas, porque no sé qué pasa pero al frente del volante uno piensa que el mundo está muy mal y que ése hoyo es un horror y que ése otro parece alberca y que el tope tal no está pintado, y la señal es una barbaridad, el vecino es un idiota, va lento sin razón, el de atrás es más idiota, echa las luces, el de allá toca, es naco, naco, toca el claxón, y la carretera es una vergüenza, y así se la va uno llevando, de queja en queja, en cambio el mundo del de a pie, es lento y da tiempo para mirar las cosas desde otra perspectiva y no es que las banquetas estén re lindas, nada de eso, urge su remozada, es sólo que se ven más y mejor las cosas, desde otro punto se toma a la ciudad, aunque para mí los encuentros con los perros, son como para el conductor sin licencia los polis, pero igual todo ello, lo hace un mejor paseo. A pie hay árboles y sombras en el adoquín y en el pecho; hay flores y macetas, caras, ojos, cuerpos, colores, parece que en lugar de idiota uno e idiota dos, hay nombres con vidas y apellidos, mejor paseo.
Qué diferentes son las cosas cuando uno se ve forzado a subirse en un urbano, como les dicen aquí a los transportes públicos. Y nada, que ni públicos son, son de unos cuantos, unos que se dicen que son rete chingones porque son cooperativa pero ojalá fueran de un patrón o de dos o tres que tuvieran vergüenza o mente empresaria, o algo de inteligencia que hicieran que los 'cosos' esos que se denominan urbanos tuvieran algo de urbanidad.
Para subir, se requiere un milagro, pues el escalón, si lo hay, o está oxidado y hay que pasar al que sigue que está muy alto o está guango, sí, blandengue como gelatina barata, y más vale entonces, seguir la instrucción pasada, pasar al que sigue.
Una vez arriba del armatoste denominado urbano, cuidado con baches topes y demás obstáculos, el mentado grandulón cae con todo, sin amortiguadores, y hasta yo, que no sé gran cosa de mecánica, sé para qué son los resortes estos, para detener el impacto, y cuidar la salud de quienes ahí viajan. Los urbanos de Coatepé son sólo para atletas.
Es increíble cómo todos se quejan de los baches, los hoyos, los topes, el tráfico, pero casi nadie dice cosa alguna sobre el transporte público que al fin y al cabo, vale madre quien lo posea, lo que importa es que transporta al público en general, que de seguro, son más los que no tienen carro, los que se ven asediados por ambulantes en las paradas y las subidas, merolicos (muchos de ellos sin vocación), drogadictos, y sobre todo, lidian con el mal humor del conductor que tiene toda la razón de estar furibundo ante el volante de un vejestorio obstinado en caber en calles minúsculas, sin suficiente carga, echando humo, con un ruido infernal y cero mantenimiento.
Me asombra cómo es que resistimos lo que padecemos, tendríamos que quedarnos todos, todos, al pie del camión, negarnos a su mal servicio, pensando que si éste fuera bueno, seríamos muchos los que elegiríamos el transporte público en lugar de treparnos a un carro maltrecho que se enfrenta a un tráfico inmundo que cada vez estará peor, precisamente, por el escaso y pésimo transporte público.
domingo, 19 de octubre de 2008
Arrepanchigada...
De lo peor, lo pior
Lo curioso es cuando yo me enfermo siento que los demás hacen mucho por mí, y no sé porqué razón cuando otro está enfermo siento que no sirvo para gran cosa, ¿seré tan mal enfermera?
Lo peor de lo peor de estar enfermo es no poder abrir un espacio en el universo, y hasta no verte bien, benditos niños que se quedan en casa a que su madre los cuide, porque esta madre dale que duro sin mami que me cuide y sin poder dejar de asistir a mis ocupaciones, que los demás tienen que comer.
sábado, 18 de octubre de 2008
¿Malabares a fin de quincena?, bienvenido al club
jueves, 16 de octubre de 2008
Hay quien tiene una vaca lechera, yo tengo una amiga alfarera
Entre mapaches, lechuzas y búhos...
miércoles, 15 de octubre de 2008
El Puerto
martes, 14 de octubre de 2008
Este Coatepec que llevo en las venas
domingo, 12 de octubre de 2008
Fin de semana
sábado, 11 de octubre de 2008
Esta es Messe
Quiero un techo propio
jueves, 9 de octubre de 2008
Parí un corazón
La primera
y qué bueno.
pero aunque se nos olvide, no hay que perder de vista que para todo hay una primera vez y que ¿más vale pájaro en mano que ciento volando?, no, ese dicho, que me encanta, no aplica aquí, de hecho, nunca lo he podido aplicar en el campo de la práctica, soy experta en hacer volar, nada de que coman de mi mano, por lo que el mentado dicho es que vive en el inútil anaquel de la teoría.
En fin, no hay que perder el hilo ni el enfoque misericordioso de que para todo, hay una primera vez. ¿Cómo es posible que hiciste tal cosa, qué, no pensaste en las consecuencias, qué te pasa? ay, puras palabras que suelen alzarse el cuello de teoría pero mangos, los incoherentes a veces somos los que ya sabemos y los primerizos, son elocuentes y consecuentes, están en eso, en lo de aprender el cómo el por dónde, el así sí, así no.
Empezar a vivir, es una chinga, no me cabe la menor duda, no hay hotel más gran turismo que el vientre materno, y la primera vez que comes, cagas, miras la luz, te tocan y tocas, los que ya sabemos el placer de la vida solemos extraviarnos en nuestro asombro total de mirar la nueva vida sin caer en cuenta que para esa vida que empieza, todo es su primerita vez, todo es cuesta arriba, tan es así, que a ver, ¿quién madres se acuerda de cuando nació? Naiden, y segurito que ha de ser porque fue horrrrible, a pesar de la alegría que infundamos en los demás cuando llegamos.
Bienvenidas sean las nuevas vidas y salvavidas seamos aquellos que ya llevamos más de una para los que van en la primera.
miércoles, 8 de octubre de 2008
Tuya y de noche
martes, 7 de octubre de 2008
Nada como una buena ensalada
Último bocado
lunes, 6 de octubre de 2008
hoy en día
domingo, 5 de octubre de 2008
a veces
Crónicas del paraíso
sábado, 4 de octubre de 2008
Avon, llama a tu puerta
La dominguera de hoy:
Recursiva: que tiene muchos recursos, toma iniciativas, sabe defenderse en situaciones difíciles. Y específicamente en cuanto al texto, significa que la escritura es perfectible, que da o puede dar perfección, que siempre se puede perfeccionar.