miércoles, 28 de octubre de 2009

Vacíos


En el vacío se siente uno... sin motor.


Hay de boquetes a boquetes. No es lo mismo sentir un hueco en el estómago porque:


* has visto pasar a tu amor imposible.


* te han pillado con las manos en la masa


* temes entrar al dentista


* has descubierto al tacto un forúnculo en donde no asiste ni la mirada


* tienes días sin comer


* te han bateado


* te despides de un ser amado sin saber hasta cuándo


* tu jefe quiere hablar contigo y sientes que debes más de una



No es lo mismo. Pero el vacío es siempre ese hueco, esa oquedad que asemeja una herida abierta, un espacio de delirio, un agobio del no hay, del no está ay, ay, ay, ay.



Instalada en la queja, ayer me habitaban los fantasmas, hoy los extraño, siento un gran vacío.




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