miel con queso
si están que se van y se van,
pero ahí están,
aromas que perduren,
ajo y cebolla
si están dale y dale,
mole
si me sabe a canela, si traigo candela,
panela, miel,
y adiós la hiel
no hay más amargura que la que yo me impongo
por ello me propongo un plan gastronómico
amasar hasta cansar los brazos
a pie del fuego lento hasta espesar la mezcla
flamear los sentimientos espirituosos,
y quedarse con la escencia
vainilla, canela, azúcar cristalizada
cocción, evaporación, fritura,
y en la comisura de los labios
reinventarse...
no hay mejor platillo que las lenguas sin sentido.
Pero si tu amor no te come
ni te huele, ni te apetece
no te quedes sin cenar
no hay un puto corazón
que valga la cena.
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