miércoles, 27 de mayo de 2009

estrés, es de tres, es tres, cabeza, cuerpo y alma


… hablando de estrés, el mundo está al revés. Si todo fuera como yo lo veo como yo lo siento…
A veces, hay que ejercitar la tolerancia, mirar a los demás con la misma misericordia con la que uno mismo se mira ante el espejo, y ahí, alcanzar a vislumbrar que los demás también están en el intento de quererse como son, de asumirse sólo con lo que pueden aceptar de si mismos, hay quien insiste en que hay un mundo feliz, un mundo exitoso, relaciones exitosas y mejores horizontes, y eso, estresa a cualquiera. El mundo es una mierda, y uno generalmente, nace en el cuerpo equivocado, en la familia inapropiada, y hay lo que hay, y hay sobre todo, que relajarse, aflojar el cuerpo, entregarse al amor y a la decepción con la misma intensidad, porque de esto, de esto que es lo que nos toca, nadie se salva.
… si dios hubiera sido bueno conmigo, si me hubiese preguntado, negra, voluptuosa, musical, y desenfadada, así me hubiera hecho, en cambio, esta piel deslavada, este cuerpo ni de a de veras pequeño ni en grande a lo divino, esta cabeza analítica y este corazón de puertas abiertas (que no es nada más de lunes, si no de a diario y en verdad atiende a quien entra).
Para el estrés de la imposibilidad de conseguirlo todo, nada como la risa, como el humor.

lunes, 25 de mayo de 2009

El fuego está de luto


Los poetas son los moldeadores del fuego, no es que lo amansen, no es que lo aticen, es que lo moldean, lo ponen de tal forma ante nuestros ojos que le hallamos forma, sentido, sabor y aroma. El poeta vierte su pasión en imágenes que construye palabra a palabra. El poeta es el encargado del fogón, cuece el pan y le cuida para doblar tamaños y disminuir humedades en la zarza que construye justo arriba del horno, una vez que el amasijo tiene forma, nos lo presenta, para que uno, como simple mortal que se es, pueda entonces decidir si sentir o sucumbir ante la tentación de una concha o de un chamuco… a jalón de trenzas y chocolate ardiente, quemarnos la boca y pedir más atole con el dedo. El poeta es quien cocina lo que siempre hemos anhelado, es quien adorna los ingredientes que nos persiguen en sueños guajiros, en pesadillas interminables, el trabajo del poeta, es un trabajo duro. Trabaja en soledad y en silencio, hace lo que sabe hacer, hace lo que siente debe hacer, hace imágenes con palabras, coloca su huella en las yagas de quienes ni siquiera conoce, hace que hace y a veces siente que no hace nada, a pesar de firmar sus libros, y firmar con su nombre, poco sabe el poeta del solaz que brinda, de la inquietud que mata a versos. El fuego está de luto y yo, y muchos más también, Mario Benedetti ha dejado tanto fuego moldeado como un adiós pintado en millones de labios, y él era quien decía, “Si cada hora vino con su muerte, si el tiempo era una cueva de ladrones, los aires ya no son tan buenos aires, la vida nada más que un blanco móvil y usted preguntará por qué cantamos... Si los nuestros quedaron sin abrazo, la patria casi muerta de tristeza, y el corazón del hombre se hizo añicos antes de que estallara la vergüenza. Usted preguntará por qué cantamos... Cantamos porque el río está sonando, y cuando el río suena, suena el río. Cantamos porque el cruel no tiene nombre y en cambio tiene nombre su destino. Cantamos porque el niño y porque todo y porque algún futuro y porque el pueblo. Cantamos porque los sobrevivientes y nuestros muertos quieren que cantemos”. (Fragmento del poema por qué cantamos). Hoy, la Tierra ya no puede ser el misma, hoy Gaia recibe en su seno a un poeta, y deja a la humanidad sin palabras, nos mira desde dentro, desde ella misma, agitando la mano, balbuceando imposibles, en llanto para despedir a quien nos cantó sin cesar un compromiso lineal e inquebrantable, hoy, la Tierra está contenta, le han regresado a un ser que le dolió parir y le ardió dejar vivir, hoy, regresa a ella como un niño al seno de su madre después de un largo día de juego… “cantamos porque llueve sobre el surco y somos militantes de la vida y porque no podemos ni queremos dejar que la canción se haga ceniza”. ¿Qué leer está en chino?, lo que está en chino es aceptar que Benedetti no escribirá más, no más.

jueves, 21 de mayo de 2009

Renuncia


Hay quien nace con nada y poco hay que hacer, pero se hace, en un acto de supervivencia y de sentir que de lo perdido, lo que aparezca es bueno, y a veces, el camino recorrido para ir en pos de todo lo que no se nos dio es arduo, largo, pero al fin se alcanza. Hay quien nace si no con todo, con mucho, le dan hasta de más, sobrados pues, ¿y qué hacen con ello? además de dilapidarlo en asuntos de poca monta, nada. Hay quien renuncia a su poder, escudándose en el amor, ‘por amor, todo te lo di y me quedé con nada’, hay quien se justifica en el no se pudo, ‘es que yo quise ser modelo pero como no mido dos metros no me fue posible’, y ahí se quedaron, en vilo, sin modelar ni más nada, sólo porque alegan que no se pudo; hay quien culpa al mundo de su ruina, y le echa la culpa a su madre por los regaños, a su padre por haberle obligado a estudiar, al novio por ser celoso, y al mundo entero por su iracunda mano dura en su contra, y se queda, haciendo lo que los demás dicen, (lo que según ellos, se espera de ellos) y culpando a quienes les rodean silenciosamente (porque de hacerlo de manera más ruidosa igual y sería más fácil que ellos, los supuestos culpables, le mandaran a freír espárragos tarde que temprano); hay quien se queda en el sueño, y se desvanece en la nada, como si nadie les hubiera informado que los sueños, cuestan, se construyen y se hacen tangibles con el trabajo diario, en el día a día, en el dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino.
Quien no tiene, no ha de excusarse, ha de corretear el algo de mil maneras, pero el que tiene, y renuncia a su todo, a su alguito, a su coso, a su don, a su habilidad, a su poder hacer, ése no tiene madre, no tiene nombre, no tiene abuela, no tiene perdón.

domingo, 17 de mayo de 2009

A pesar de estar, no se puede decir



He entrevistado a algunos funcionarios públicos, detecto en ellos la gana de hacer su trabajo, pero al cuestionarles sobre lo que no se hace o no se plantea que se planea hacer, algunos establecen que sus ganas no lo son todo, que hay que cumplir con requisitos, que el presupuesto es una realidad que les hace elegir entre lo urgente y lo impostergable, y cuando así contestan, yo, lo que más quiero es creerles. Pero llego a mi casa, y se me ocurren tantas posibles soluciones, a mí, a mí que no soy más que una ciudadana preocupada, y entonces me convenzo, sin querer hacerlo, de que las ganas o no son tantas o no son tan santas como exponen los responsables de administrar nuestro dinero y nuestros requerimientos. Poco a poco, los funcionarios públicos dejan de ser meramente operativos y se convierten en políticos. Una vez transformados de células de producción a células de mantenimiento (mantén tu puesto a como dé lugar) van entendiendo que lo que está mal, si tienen una remota esperanza y una somera intención de arreglarlo, no lo pueden decir. No es que sea verdad, pero a pesar de que pueda ser mentira, no lo pueden decir. Todos somos cómplices del silencio que impera en este país, y los que hablan, los que dicen, en su mayoría tienen segunda intención, y al ser de este modo, dejan de decir las cosas como hay que decirlas, sin celo en la lengua. En este silencio, como sucede con la víctima que no alza su voz, lo inaguantable crece, se van irguiendo ante nosotros las inacabables listas de pendientes, urgencias, anomalías, vicisitudes urbanas y campesinas, fallas, faltas, ofensas, resquebrajamientos, un silencio cada vez más grande y más estridente porque en medio del silencio, ahí está lo que no se dice.
Pregunta: Señor funcionario, ¿por qué no hay señalización en las obras públicas de las calles de Coatepec?
Respuesta. Se equivoca señora, sí hay señales, los que se han caído, llámese autos y/o peatones, ha sido por pura distracción de las personas, nosotros, cumplimos.
… un poco más tarde, luego de caer un trabajador a tremendo hoyo en la calle 5 de mayo, la confesión fue, sólo nos dan cintas para señalizar.
El silencio gira alrededor de las incongruencias generadas a partir de la manera en la que cuestionamos a los funcionarios, porque seguro sólo les dan para una cinta plástica endeble y de baja visibilidad pero no les recortan desayunos, viáticos para hacer viajes a comisiones o poco importantes o inexistentes. Silencio, y termínese sus tamalitos, yo pago la cuenta a costa del erario.

los niños del futuro...


gracias a los maestros actuales, estos niños no sabrán que no es lo mismo establecer la pregunta ¿quién te quita? que pegarle a quien te quita...

Arriba la ortografía.


El colmo del panadero, tener una hija Concha y sentir que no debe comérsela. El colmo de la mala ortografía, que el que la imparte, que el que la custodia, no sepa la diferencia entre un acento grave y acento agudo. Parece chiste pero no lo es. En el 2008 se llevó a cabo una muestra escolar en bajos del Palacio de Coatepec donde expusieron, primero, su faltas de ortografía en la pancarta que les anunciaba, y segundo, trabajos de chicos de primaria sin las correcciones pertinentes. Es una lástima pero en mi cambio de computadora perdí la foto de una anotación de un maestro a un trabajo de un alumno, donde en rojo le anotó: “felisidades, buen trabajo!!!!”, dándole por calificación un diez a un trabajo plagado de faltas de ortografía del alumno, queriendo anular quizás, las propias del maestro.